“Historias en plural”

¿Por qué historias en plural?

Porque cada quien que acompañe al leer esta y otras historias singulares las convertirá –literal- queriéndolo o no en historias plurales.

No se trata que la pluralidad le otorgue una existencia superior o una esencia capaz de elevar a lo singular por sobre lo plural. Es una observación hecha desde la superioridad numérica, desde el pensar que cuantos más mejor.

Este espacio que propongo a quien quiera, tiene esa línea argumentativa, demasiado sencilla o poco ambiciosa, tal vez. ¿Muy plural que pueda licuar lo personal?

Plural, de muchos.

Singular, no de diferentes, tampoco de iguales.

Historias singulares que sean capaces de movilizar desde nuestro interior, que nos ayuden a poder usar tiempo en hacer nada (nada más que lo que nos haga bien), poder parar la máquina del hacer permanente, y ahí si el ser parte de esa pluralidad nos permita que cada uno podamos construir singularidades que nos ayuden a vivir mejor.

Inicio este blog compartido con la página con el propósito de ser un espacio de difusión y de información, configuran la concreción de un deseo, de un deseo que se debía concretar y pronto, y se trata que (como lo dice el dicho) como bien nacido se debe ser agradecido.

No se trata de convertir el ser agradecido en una letanía repetida y rutinaria. Sino en un gesto, una palabra, una mano que se acerca silenciosa, una circularidad que lenta y pesadamente inicia el recorrido que no debemos dejar que se detenga, para que pueda más temprano que tarde y con la suma de dos, de tres, de cuatro o más singulares, singulares inéditos puedan si mutar y convertirse. Convertirse en “historias en plural”.